viernes, 15 de julio de 2011

♣ EUROPA TAMBALEA, LEA LA CRISIS PROFUNDA QUE ENFRENTA EUROPA

En medio de la incertidumbre de extender un nuevo rescate a Grecia, cada vez son más los que creen que España y Portugal seguirían la tendencia del país helénico. Deuda de algunos países europeos superó hasta en 120% su Producto Bruto Interno (PBI). 

En los últimos días Europa ha sido el centro de la noticia debido a los problemas de deuda soberana y déficit fiscal. La crisis que enfrenta Europa no es nueva, se inició a finales de 2009 siendo Grecia el primer país afectado, luego le siguieron Irlanda y Portugal. Estos tres países han recurrido a préstamos para mermar su deuda. Actualmente la crisistoca las puertas de España e Italia (la octava potencia económica mundial) que podrían seguir el camino de sus vecinos.

¿Qué se ha conseguido con los rescates de deuda? Los países intervenidos no han mejorado su acceso al crédito y pagan más intereses que antes del rescate. Tampoco ha servido para seducir a las agencias de rating, que cada día les degradan su calificación de deuda con olímpica indiferencia. Ni para que recuperen la senda del crecimiento, señala el analista Manuel Pérez.

“Los préstamos otorgados a Grecia por parte de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, no apuntaron a ayudar al país helénico, sino a salvar a los bancos alemanes, franceses y a los inversores americanos, que proveen más de US$ 500 mil millones de préstamos de corto plazo a los bancos europeos, sobre todo a los de las naciones más débiles, para financiar diariamente sus operaciones”



El primer país en recurrir a un rescate financiero fue Grecia Así en abril de 2010 los ministros de Finanzas de los países de la zona euro acordaron prestarle al país griego 30 mil millones de euros (adicionalmente hasta setiembre de 2010, el Fondo Monetario Internacional le ha transferido 8,280 millones de euros). En total al país helénico se le ha prestado, entre la ayuda de la eurozona y el FMI 120.000 millones de euros.

Un segundo rescate financiero se dio en noviembre de 2010 a Irlanda por 85 mil millones de euros, mientras que Portugal fue el último país en recibir un rescate de los ministros de Finanzas de la zona euro siendo el monto transferido 78 mil millones de euros. Por estos días la Unión Europea se debate entre otorgar una nueva ayuda a Grecia, aunque algunos se oponen como el banco alemán Commerzbank que aboga por dejar caer a país helénico en la quiebra.

El nivel de endeudamiento de los tres países que hasta la fecha han recurrido al rescate financiero se ha vuelto casi que insostenible, debido que su proporción de deuda respecto al PBI ha crecido de manera sustancial en los últimos años.

Grecia

En Grecia la deuda alcanza el 152% respecto a su PBI (170 mil millones de euros) y tiene un déficit fiscal de 11.3% proyectado para el presente año. Al país bañado por el mar Egeo nada le está saliendo bien, mejor dicho todo le sale mal y actualmente tiene una tasa de Desempleo que alcanza al 40% del total de su población.

El gobierno helénico envuelto en continuas protestas de sus ciudadanos quiere replantear los vencimientos de sus obligaciones y estirar los plazos. Tiene una gran deuda, una moneda sobrevaluada, falta de competitividad, bajas exportaciones y caída de ingresos del sector turístico. Además, no puede devaluar su divisa porque se encuentra atado a la moneda única de la Unión Europea (UE), el euro.

La crisis griega tiene su inicio poco tiempo después de la adopción del euro como moneda en dicho país. Para adaptarse al uso de la única moneda europea en su mercado, el gobierno de Grecia recurrió a medidas poco rentables como solicitar grandes préstamos, aumentar el gasto público y prácticamente duplicar el salario de los funcionarios del Estado en la última década.

De esta manera, mientras el dinero salía del tesoro, el ingreso por la cobranza de impuestos se vio gravemente afectado por una masiva evasión de pagos de impuestos por parte de la población. Cuando la economía griega sintió el golpe de todas estas medidas, se vio obligada a solicitar un préstamo a la Unión Europea. 

No obstante, ahora los préstamos superaron la producción de Grecia y es inminente su banca rrota. Es por ello que algunos especialistas consideran que Grecia debe ser el primer país de la zona euro en que se aplique el default o devaluación del euro. 

Irlanda

Fue el primer país en declararse oficialmente en recesión en setiembre de 2008 y el segundo en recibir un rescate financiero (85 mil millones de euros) por parte de los demás países de la Unión Europea. 

Con una deuda que alcanza el 96.2% respecto a su PBI y un déficit fiscal cerca al 40%, Irlanda acaba de ver rebajada su nivel de deuda a “basura” por parte de la agencia calificadora de riesgo Moody´s. En otras palabras ha dicho que los bonos soberanos que otorga el mencionado país europea no tienen valor alguno, pues no es seguro que Irlanda honre sus compromisos de deuda.

Hace diez años los más fervientes promotores del capitalismo presentaban a Irlanda como el modelo a seguir. El “Tigre Celta”, como se le nombró ostentaba una tasa de crecimiento más alta que la media europea, un déficit presupuestario igual a cero en 2007 y una tasa de Desempleo del 0% en 2008. Una auténtica maravilla.

Entonces, aquello que no podía llegar a ese mundo maravilloso, llegó: en septiembre-octubre de 2008 el castillo de naipes se hundió, las burbujas financieras e inmobiliarias explotaron. Las empresas cerraron o abandonaron el país, el Desempleo se disparó (del 0% en 2008 saltó al 14% a principios de 2010). El número de familias incapaces de pagar las deudas creció rápidamente. Todo el sistema bancario irlandés estaba al borde de la quiebra, las exportaciones se ralentizaron y el déficit presupuestario saltó del 14% del PIB en 2009 al 32% en 2010.

Italia

De acuerdo con los últimos análisis del Fondo Monetario Internacional, Italia y Bélgicaexhiben algunos de los peores indicadores de deuda y vulnerabilidad fiscal en la unión monetaria. No obstante, el primero es el más preocupante de entre estos dos países. Su deuda fiscal asciende a 120% del PBI.

A pesar del creciente problema de deuda, Italia hasta ahora no ha tenido problemas para pedir préstamos y mantener sus obligaciones al corriente. Empero, tiene unas débiles perspectivas de crecimiento, un caro sistema de pensiones y baja productividad.

El ministro de Hacienda italiano Giulio Tremonti propuso US$ 67 mil millones en nuevos ahorros a lo largo de tres años y así aspira a reducir el déficit fiscal a cero para el 2014, del 3.9% del PIB actual. La medida debe ser aprobada antes por el Parlamento. 

España 


Hace unos dos meses, los analistas señalaban que España estaba lejos de ser contagiada por la crisis que desde hace meses afecta a Portugal, Irlanda y Grecia, y que los mercados hacían una diferencia clara entre esta economía y la de otros países ya inmersos en recesión como Grecia e Irlanda. Sin embargo, la situación parece haber cambiado y el riesgo del contagio comienza a afectar no sólo a España sino también a Italia.

Actualmente España tiene una deuda que alcanza el 60.1% respecto a su PBI. Además, en las últimas horas, la prima de riesgo de los bonos españoles se disparó hasta niveles récord y la bolsa cayó de manera pronunciada. Es decir, aumentaron las tasas de interés de los bonos soberanos que emite el gobierno español debido a los mayores riesgos que este país siga el camino de Grecia e Irlanda. 

Adicionalmente, este mes, el gobierno español tiene que cubrir vencimientos por valor de unos 20.000 millones de euros (unos US$ 28 mil millones) aunque hay recursos para cubrir este pago, el temor es que este aumento en su prima de riesgo -la diferencia de la rentabilidad de los bonos españoles en relación con los alemanes- comience a hacer insostenible su deuda. Y el temor es que los mercados no den respiro y terminen convirtiendo en insostenible la deuda de España.

España gasta aproximadamente más de 23.000 mil millones de euros de dinero público para pagar los intereses a quienes han comprado los títulos de deuda que el Tesoro ha emitido.

Portugal

La economía portuguesa ha crecido a un ritmo de menos del 1% anual en los últimos diez años y actualmente su deuda respecto al PBI alcanza el 93%. Y se espera recortar el déficit presupuestario al 4.6% del PIB este año respecto al 7.3% de 2010, en un intento desesperado por convencer a los mercados, a las agencias de rating, y evitar un rescate.

La crisis financiera global golpea con fuerza en Portugal, donde cuesta salir adelante aunque uno tiene trabajo. En el país más pobre de Europa Occidental, la gente tiene dos puestos de trabajo, busca trabajo en el exterior, acepta alimentos donados o planta vegetales en cualquier pequeña parte de tierra.

En líneas generales consideran los especialistas, la deuda europea se produce poque los gobiernos de estos países han gastado más recursos de los que pueden recibir lo que hace que la deuda se incremente de manera sustancial. Esto significa que estos países van a necesitar mayores niveles de financiamiento, que ponen en duda su capacidad de pago, pues no se sabe si va a ver la liquidez suficiente para cubrir esas necesidades. 

Cadena de endeudamiento


El problema se agravaría en Europa si Grecia y/o Portugal dejasen de pagar a los bancos. Por ejemplo, según el Bank for International Settlements, los bancos portugueses deben US$ 86 mil millones a los bancos españoles, que, por su parte, deben US$ 238 mil millones a instituciones alemanas, US$ 200 mil millones a los bancos franceses y cerca de US$ 200 mil millones a los bancos americanos.

Este endeudamiento de los Estados con los bancos y de los bancos con otros bancos evidencia que, no obstante los factores nacionales, domésticos, la crisis que se agravó en Grecia y amenaza contagiar a toda la Eurozona también es, en otra dimensión, una consecuencia directa de la crisis de los Estados Unidos, dado que el sistema capitalista, entrelazado por el mercado mundial y la división internacional del trabajo, constituye un todo interdependiente, y no una simple suma de economías nacionales.

Para algunos especialistas, los préstamos otorgados a Grecia por parte de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, no apuntó a ayudar al país helénico, sino a salvar a los bancos alemanes, franceses y a los inversores americanos, que proveen más de US$ 500 mil millones de préstamos de corto plazo a los bancos europeos, sobre todo a los de las naciones más débiles, para financiar diariamente sus operaciones.

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