jueves, 13 de agosto de 2009

PALEODELTAS DE LAMBAYEQUE: BOSQUES Y FORMACIONES VEGETALES

Saludos, le envío texto y fotos de fósiles del Triásico-Jurásico, descubiertos y colectados en el Centro Poblado La Traposa, distrito de Pítipo, Ferreñafe. Respecto a los actuales valles de Lambayeque, éstosa fueron modelados por la orogenia del Herciniano, y sus consecuentes procesos tectónicos. Fueron definidos por el Pleistoceno inferior, hace más de un millón de años. El término Cuenca Hidrogeológica, es bueno precisar, se refiere a los acuíferos ´de agua subterránea-, que drenan hacia el Megaacuífero de la Cuenca Artesiana de Sechura, en Piura. En la primera foto, presento dos muestras de tallos fosilizados del Paleobosque de este desaparecido ambiente natural y, en la segunda, se observa una muestra de cuarcita del valle de Calicantro de Pítipo. Ambas muestras las colecté a inicios del mes de junio del año en curso. Cordialmente, Mario López Mesones. Les recomiendo leer, estudiar y difundir el Blog Caoba "C", del Maestro, CARLOS VILLACORTA VALLES, DE LA CIUDAD Y PUEBLO AMAZONICO DE LAS INCONTRASTABLES ORQUIDEAS Y CAOBA. Paleodeltas de Lambayeque Los actuales valles de Lambayeque, tienen una extensa geohistoria; además, su feracidad y superficie, es extraordinaria; es por eso, que los antiguos campesinos, conocían muy bien estas características agrícolas, utilizándolas fructíferamente. En estos valles se encuentran fósiles de mastodontes, vegetales, y una paleofauna marina extinta. Por Eleazar Mario López Mesones. Chiclayo, 13 agosto 2009 EN LOS FERACES VALLES de la costa Lambayecana, se han desarrollado extensos bosques, desde inclusive el Triásico-Jurásico y formaciones vegetales, con los representativos algarrobales –sus raíces, de acuerdo con los estudios especializados del Ingº, Angel Díaz Célis, en su libro, Los Algarrobos, alcanzan hasta los 60 m de profundidad y, de ahí, la enorme importancia para el equilibrio de los ecosistemas tropicales del norte del Perú, de éstos xerofíticos. Al respecto, son valiosos los estudios del Dr. Leopoldo Vásquez Nuñez, sobre los algarrobos del Perú y, por supuesto, también los del MSc. Santos Llatas Quiroz (Vegetación y Flora del Perú, Lambayeque, 2002). Así, como las investigaciones de los profesionales y estudiantes de la Facultad de Agronomía y, la Facultad de Biología en la Especialidad de Botánica. De manera, que “Por mis Algarrobos”, también se complementa con “La Tierra del Guayacán”. Entonces, aquí tenemos, en estos ubérrimos valles, Palo Santo, Guázimo, Guayacán, Zapotales, Overo, Cun Cuno, Palo Verde, Vichayo, Frejolillo –desde Puente Colorado, en el acceso a la pendiente de la Deflexión de Porculla, en Olmos, hasta Colaya –Salas-, se observa una densa comunidad de bosques de Frejolillos, con sus vistosas flores rojas y frutos similares al frijol, de color también rojo encendido. Frutos consumidos por crácidos, como la Pava Aliblanca. Y donde no puede omitirse a los insectos, como el tenebroso “Látigo”; y por supuesto debemos tener en cuenta a los recursos hidrobiológicos, estudiados por los biólogos pesqueros -como el MSc. Jorge Chanamé, UNPRG- y la diversidad de reptiles -Pablo Venegas es un especialista en esta clase de fauna continental-. En cuanto a la fauna, están los felinos, como el puma, tigrillo, gato montés; los sajinos, las ardillas, muy pintorescas en los bosques de algarrobales en Batán Grande, Ojo de Toro, y otros ámbitos, como Palacio, valle de Chiñama-Motupe, donde está también la Pava Aliblanca, como en el Piso Ecológico inferior de Laquipampa. Hasta ahora, no he logrado identificar la procedencia grabada, en los ceramios mochicas, de los excepcionales primates menores y el gutural, Coto Mono –casi extinto en Lambayeque, pero el año 1994, el estudiante, Felipe Tapia Linares, logró cazar un ejemplar de Coto Mono en el Bosque La Montaña de Muñuño, en Huacapampa, distrito de Kañaris; y me lo obsequió disecado. Los infaltables zorros, cérvidos, oso hormiguero y el Oso de Anteojos, que descendía antiguamente hasta los pisos ecológicos medios de Lambayeque, como las llanuras de Cayaltí y Nueva Arica. Otra maravilla, es la avifauna y, no confundámosla, con los quirópteros, que son mamíferos con membranas adaptadas para el vuelo. Ahí están las Garzas Reales y los Huerequeques, Cortarrama, en Bosques de Batán Grande, Guara Guau, cernícalo, peche rojo, zorzal, putilla, arroceros, gorriones, turrichas y, el grácil, chisco, con la chilala, entre otras aves. Una Geohistoria en el hipotiempo Los feraces valles lambayecanos, se han formado en el transcurso del tiempo geológico, sobre el basamento del Complejo Olmos, con intensa sedimentación y depósitos marinos a fines de la época Paleozoica, continuada por orogenias, complementadas con emersiones, plegamientos, fallamientos y volcanismo. En la zona Andina, también existen significativos valles y zonas singulares, como el Paisaje Montano, ahora Relicto, con la exuberante Nephelohilea (conocidos también como Ceja de Montaña, Bosques de Brumas, Bosques de Neblinas, Bosques de Lluvias, Ceja de Selva Alta, Bosques Montanos Relicto, Bosques Nubosos). Durante el Triásico inferior y medio, la mayor parte del nor-oeste peruano estaba emergida. En aquellos tiempos, los paisajes eran muy diferentes: la línea de costa, ubicada en el litoral adyacente a San José, Pimentel, Santa Rosa, Puerto de Eten, Punta de Chérrepe; se extendía hasta áreas, ahora sumergidas; es decir, cubiertas por el Oceáno Pacífico. Entonces, la línea de costa estaba situada en ambientes diferentes a los que conocemos en la actualidad. La superficie occidental de la presente Area Andina y la región hacia el Oeste, distante de la presente línea de costa, se ubicaban en un sistema montañoso, modelado por la Orogenia Herciniana. Al parecer, durante el Triásico, la mayor parte de esta área fue reducida y cuando el Geosinclinal comenzó a hundirse, el mar ingresó a los ambientes bajos, dejando un extenso archipiélago a lo largo de la costa. Volcanes y cráteres –las muestras de Pumita o Piedra Pómez, son una evidencia de los flujos piroclásticos originados por las intensas emisiones volcánicas, en la “playa” de Pimentel, en el sitio “Las Rocas”, así como en el cerro La Guitarra, en el distrito de Lagunas, al sur de la ciudad de Chiclayo-, submarinos a lo largo de este archipiélago, suministraron bastantes materiales clásticos y lavas para llenar el Eugeosinclinal Occidental, mientras que la sedimentación de calizas era predominante en las fajas central y oriental del Miogeosinclinal. Las rocas de ésta época, es decir, de la Fase Peruana de Orogénesis de fines del Cretácico –Era Mesozoica-, forman el Complejo Geosinclinal Mesozoico, dividido en dos zonas: Eugeosinclinal, en el ámbito Occidental y, Miogeosinclinal, en el ámbito Oriental. Subcuencas Hidrogeológicas de la Vertiente del Pacífico Formadas durante el Cuaternario, sobre el desaparecido archipiélago de la costa lambayecana, estuarios desaparecidos, paleovalles –Formas de Relieve Erosionado-, deltas y amplios Conos Deyectivos; están representadas por los antiguos estuarios y valles de San Cristóbal-Cascajal, Olmos; que aforaban anteriormente en el estuario de Virrilá. (…Sus cursos inferiores han sido obstruidos por la acumulación de mantos de arena; el estuario de Virrilá es el vestigio de la antigua desembocadura del río Cascajal, en el territorio de Piura. ) Ver: Estudio Definitivo del Complejo Hidroenergético y de Irrigación Olmos, Volumen 1, Condiciones Naturales, Instituto “Soyuzguiprovodjoz. E. E. Alekseyevski, URSS, 1979 y en: Boletín Nº 39, INGEMMET, Lima, 1987. En este valle –Cascajal y San Cristóbal- se destaca un complejo acuífero que se encuentra principalmente en los depósitos marinos y el espesor del acuífero es de 30 a 140 m. Subcuenca Hidrogeológica del valle Olmos A excepción de su parte alta, se puede destacar un complejo acuífero situado principalmente en depósitos marinos. De acuerdo con los datos de perforación, las arcillas marinas no son continuas y, sirven como una capa impermeable regional, los depósitos deluviales-proluviales que consisten de suelos arcillosos con inclusión de cantos rodados y bloques. La profundidad de estos depósitos es de 20-60 m. El espesor del complejo es de 15-30 m, alcanzando los 60 m, a veces. Subcuenca Hidrogeológica de los valles Motupe-Salas Se puede dividir en dos zonas hidrogeológicas. La primera se extiende hacia el sur; y cerca de Motupe, el espesor del complejo acuífero llega hasta unos 110-130 m. Subcuenca Hidrogeológica de los valles La Leche-Sanjón Se destaca un complejo acuífero en el Valle La Leche, en un depósito aluvial-proluvial y, Deluvial-proluvial, en el valle de Sanjón. En el valle La Leche, el espesor del acuífero es de 60-120 m y, en Sanjón, es de 15-20 m. Existe una terraza de origen aluvial en el cauce del río La Leche, en el área de Batán Grande que va hasta cerca del reservorio de Tinajones. Subcuenca Hidrogeológica de los valles Chancay, y hacia el sur, Oyotún, Nueva Arica, Cayaltí, Zaña y Lagunas En estas llanuras, el complejo acuífero es muy extenso y se presenta en estos valles, hasta inclusive Lagunas. En el área adyacente a las Pampas de San Nicolás, hay un acuífero con buena calidad de agua. En estos valles, las obras de irrigación de los paleolambayecanos, son trascendentales. Además, están los embalses antiquísimos –precolombinos- del Inka, en Oyotún; Canales de irrigación del ProtoTaymi, canales de irrigación en Collique, Popán, San Nicolás, Corbacho, Mocupe. Las investigaciones del Arqueólogo, Jaime Deza Rivasplata, condensadas en su libro: Cuando los Desiertos eran Bosques, confirman nuestras investigaciones. Cuenca Artesiana de Sechura Hasta la Sub Cuenca Hidrogeológica de Sanjón, todos los flujos subterráneos, convergen en uno solo y, confluyen en el desierto de Sechura, Piura. “Los movimientos tectónicos positivos del Terciario y Cuaternario, que continúan hasta la fecha, han formado una serie de levantamientos a lo largo de la línea costera que dificultan la descarga de las aguas subterráneas al Océano, creando un represamiento que origina amplias zonas con napa freática superficial”. Volumen 1, Condiciones naturales, Instituto Soyuzguiprovodjoz, Ibíd. Así pues, las avenidas y prolongadas lluvias del Pleistoceno Inferior y Medio, hace un millón de años, contribuyeron en las formaciones de paleodeltas y los actuales valles lambayecanos, domeñados por los paleolambayecanos, desde los tiempos donde aún habían mastodontes. Por eso, fueron las manos campesinas y su excepcional sabiduría, las que nos permiten vivir social y productivamente en esta «Naturaleza Tropical». De ahí, que es un imperativo histórico, la conservación y uso racional de estos valles.

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